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Segundo Literario

La historia de unos duendes que secuestraron a un enterrador, de Dickens

La historia de unos duendes que secuestraron  a un enterrador, de Dickens

Gabriel Grub era un enterrador solitario y triste que disfrutaba extinguiendo toda la felicidad que encontrara y amargando a los demás. El día de Nochebuena, Gabriel se sentía especialmente de desdichado así que decidió ir al cementerio y empezar la tumba que le habían encargado. Cuando acabo ya estaba pasada la medianoche y se oía cantar a la gente. Gabriel, satisfecho con el trabajo, empezó a cantar una lúgubre canción de sepulturero y cuando acabó de cantar se hecho a reír por la muerte del dueño de la tumba y por el hecho de que muriese en vísperas de Navidad.

Entonces, cuando iba a beber de su botella de vodka, empezó a escuchar unas voces y un duende apareció sentado en una tumba cercana, encima de un enorme ángel. Éste, le hecho en cara el hecho de que se riera del muerto, de que trabajara en Nochebuena y de que hubiera pegado a un niño  por cantar un alegre villancico. Gabriel se puso a temblar y a pedir perdón, pero una horda de duendes estaba cercándole alrededor de la tumba. Gabriel cerró los ojos y cuando los abrió se encontró en medio de los duendes en una cueva enorme. Allí el rey de los duendes le dio una bebida muy fuerte y empezó a proyectar en una pared todas las cosas que había hecho Gabriel y como otras personas teniendo mas razones para estar triste eran felices. Cada vez que le ponían una imagen, los duendes le daban una paliza.

 Finalmente se acabaron las imágenes y los duendes fueron desapareciendo y cuando se fue el último, Gabriel se durmió. Se despertó en la tumba que había cavado, con la botella vacía a su lado y pensó que todo se lo había soñado, pero al levantarse noto el dolor de las palizas de los duendes y supo que no se lo había imaginado. Desde entonces es un hombre diferente, y aunque tiene reuma es un hombre feliz y sonriente.

Pregunta:

Cuando estamos tristes o deprimidos, ¿tenemos en realidad razones suficientes para estarlo? 

Link: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/dickens/historia.htm

 María Eugenia López Díez

7 comentarios

Lilian -

Pues a mi me gusto mucho la lectura Jejeje :'3

jorge -

En mi opinión a veces si hay motivos para estar enfadados o tristes. Pero como dicen mis compañeros muchas veces exageramos los problemas o los vemos de diferente manera. También como dice Montse y Nerea muchas veces la gente se queja de vicio para llamar la atención.

Jesús Sánchez -

Yo creo que normalmente si tenemos razones para estar tristes, pero a veces exageramos y nos tomamos las cosas demasiado en serio y mas tarde nos damos cuenta de que no eran para tanto, y mientras vamos avanzando y viviendo nos damos cuenta de que no significan nada.

Alejandra -

Yo creo que la mayoría de las veces que la gente está triste o deprimida no tiene razones suficientes para estarlo. Lo que pasa es que ven la parte negativa de las cosas y por eso están tristes, pero si vieran tambien la parte positiva se darían cuenta de que no es tan malo eso que les está pasando, pero en mi opinión ver la parte positiva a veces es difícil.

Nerea -

En mi opinión, hay veces que tenemos razones suficientes para estar tristes o deprimidos si en realidad te ha pasado algo muy malo, pero en otras ocasiones, como bien dice montse, la gente se queja de vicio simplemente para llamar la atención y ser la protagonista de todo y en realidad no le ha pasado nada verdaderamente importante para que finja estar deprimida

Ana -

Depende; hay veces en las que nos "deprimimos" sin tener motivos suficientes, porque solo miramos la peor parte de las cosas. Si intentáramos pensar en positivo nos daríamos cuenta de que a veces no merece la pena estar triste por algo que no es tan grave.

Montse -

Yo creo que las personas que están deprimidas o simplemente están tristes generalmente suelen tener una razón pero hay algunas personas que dicen que están deprimidas o tristes y en realidad no tienen ninguna razón lo dicen simplemente para llamar la atención y que los demás esten pendientes de ellas,es decir que se quejan de vicio.