EL FANTASMA DE LA ÓPERA, de Gaston Leroux
La historia comienza con el cambio de los gerentes de la ópera Garnier, en París. Los nuevos dueños comienzan a oír rumores entre los empleados y los artistas que hablan de un supuesto fantasma que habita en los sótanos del edificio. Los gerentes al principio no hacen caso de lo que se cuenta y se olvidan del asunto, hasta que empiezan a recibir notas por parte de una de las empleadas que contienen exigencias del fantasma, como que le dejen siempre un palco libre o que dejen actuar a una artista determinada.
Éstos no cumplen las peticiones porque creen que se trata de una broma por parte de alguien de la ópera, pero los accidentes que empiezan a ocurrirles a las principales cantantes hacen que empiecen a tomar en serio al fantasma.
La primera decisión que toman es sustituir a la primera cantante, Carlotta, por otra, Christine. La noche de su primera actuación, se encontraba entre el público un joven llamado Raoul, que de pequeño había estado enamorado de Christine y volvió a estarlo al verla por segunda vez. Al terminar la actuación va a verla, la chica lo reconoce y empiezan a salir juntos. Sin embargo, el fantasma no se lo va a poner fácil, ya que él también se había enamorado de ella, y pone todo su empeño en conseguir que se vaya a vivir con él a los sótanos de la ópera. La secuestra una vez, y la deja libre con la condición de que le prometa que bajará a verle más veces por voluntad propia, pero luego se da cuenta de que no lo hará y vuelve a secuestrarla.
En esa situación, Christine empieza a sentir pena por el fantasma, que tiene que recurrir a chantajes y secuestros para poder tener compañía, y llora por él. Entonces el fantasma se conmueve, porque a lo largo de su vida solo había recibido maltrato e indiferencia, y por primera vez alguien se había compadecido de él. Se da cuenta de que no tiene derecho a retener a la chica, y de que ella y Raoul merecen ser felices, así que la deja marchar. Al día siguiente, la pareja recibe un aviso de que Eric, el “fantasma”, había muerto, pero Christine sabía que no era cierto, y que seguiría vagando eternamente por los sótanos de la ópera.
TEMAS A DEBATIR
- ¿Es justo que alguien sea discriminado por su aspecto físico?
- ¿Es posible que alguien llegue a ser una mala persona porque de pequeño no ha sido bien tratado?
- ¿Qué opinas sobre el cambio que acaba teniendo el fantasma en su comportamiento?
Ana Rodríguez Díaz
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