EL JUICIO, Anónimo

Un anciano que vivía en una aldea, a pesar de ser muy pobre, todo el mundo le envidiaba porque poseía un caballo muy hermoso.

Mucha gente le ofreció grandes cantidades de dinero para comprar el caballo, pero él nunca quiso venderlo. Un día, al levantarse, el caballo no estaba en el establo y al reunirse la gente del pueblo, empezaron a juzgar al anciano por no haber vendido antes el caballo.

Después de varios días el caballo apareció con una docena de caballos hermosos, y la gente lo juzgo. El pobre anciano tenía un hijo, que un día domando a los caballos, se rompió las piernas y fue otra razón para ser juzgada por sus vecinos, pero cuando el país entró en guerra todos los jóvenes fueron enviados, por la fuerza, al ejército a luchar en una guerra que estaba pérdida, a excepción del hijo del anciano, que volvió a ser juzgado por la gente, ya que decían que había sido una suerte para él todo lo que le había sucedido, pero el hombre les dijo que no juzgaran, que sólo Dios sabría si era una desgracia o una suerte todo lo que sucedía.

 

 

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Todos juzgamos las cosas que le suceden a los demás, bien porque es algo bueno o bien porque es algo malo.

Cuando juzgamos a alguien porque le ha sucedido algo bueno ¿es porque tenemos envidia de lo sucedido o es porque nos alegramos de verdad de que a esa persona le pase algo bueno?

Y por el contrario ¿Cuándo le sucede algo malo, nos alegramos de lo sucedido?

NEREA CABEZAS